Los ojos redondos de Penny brillaban con curiosidad mientras entre sus cejas aparecían líneas superficiales.
—¿Tan pronto? —añadió, asumiendo que Renren quería decir que quería irse a casa ahora.
Renren negó con la cabeza. —Me voy del país.
—Oh...
—Mis mayores encontraron a un especialista que puede ayudarme con mi condición, pero está basada en el extranjero. Así que tengo que volar allá y recibir tratamiento y terapia.
Penny parpadeó, con los labios entreabiertos. Después de un segundo, balanceó la cabeza. —¿Cuándo te vas?
—Se suponía que iba a irme hace unos días, pero lo pospuse. Así que, mi vuelo es mañana.
—Oh... —Penny balanceó la cabeza otra vez. —¿Por qué lo pospusiste? ¡Si te hubieras ido de inmediato, podrías haber empezado ya el tratamiento!
—Je. —Sonrió. —Quiero ver a Chunchun primero.
Penny se mordió la lengua y arrugó la nariz. No es que esperaba que él dijera que la razón era ella, pero su salud era lo más importante.