—Estoy siendo acosado. Desde hace un año, me han estado acosando. Por eso Penny de repente pide ir a la escuela para detener el acoso.
La voz de Slater resonó, acariciando sus propios oídos. Sus rodillas se ablandaron al darse cuenta de su confesión. Incluso contuvo la respiración por un segundo, sorprendido de que este día hubiera llegado.
Nunca en su imaginación había pensado contarles a sus padres sobre el acoso. De hecho, quería llevarlo a la tumba. Pero por alguna razón, después de que Penny le hizo tal pregunta que no lo incitaba a hacer lo correcto o lo que debía hacer, sintió esta oleada de claridad.
Slater podría haber sido rescatado de esa situación, pero aún no estaba completamente a salvo. A menos que fuera honesto, todavía temería que uno de estos días, Keith vendría por él. O que otro día, otra persona fuerte se ensañara con él y Penny tendría que salvarlo de nuevo.