—Mi tía dice que la comida no se debe desperdiciar. Además, si mi tía se entera de que alguien derramó su jugo en mi comida, vendrá por ti. De nada.
Después de que el incidente se "solucionó ligeramente" en la oficina del director, Penny se mantuvo lo más lejos posible de Nina. Ni siquiera la había visto desde entonces. Para ella, no ver a Nina o estar lejos de la chica le salvaría la cordura.
Nina demostró que no merecía su consideración.
Sin embargo, ver esto desarrollarse justo ante sus ojos despertó la curiosidad de Penny.
Nina continuó comiendo la comida de su lonchera a pesar del jugo que se había derramado en ella. Lo más sorprendente de todo fue lo que dijo.
—La Tía Jessa, de hecho, odia que desperdiciemos comida —murmuró—. Y vendrá por estos niños si se entera de lo que hicieron.
Su rostro se contrajo en consternación, pensando que la comida de Nina estaba siendo desperdiciada por algunos niños. ¿¡Sabían ellos lo deliciosa y preciosa que eran las loncheras de Jessa!?