—¡Esta es la operación: atrapar al culpable!
Nina caminaba de un lado a otro en su habitación mientras se mordía la punta del pulgar. Más temprano hoy, vio a Penny y a esos otros dos tomando la ruta más larga. Como Nina intentaba ocultar que se dirigía a una casa diferente, pensó que su camino la llevaría a otro lugar.
Pero en lugar de encontrar una salida diferente, Nina descubrió algo más.
—¿Tienen ese tipo de código? —escupió nerviosa—. ¿Cómo es que no nos dijeron esto cuando nos registramos?
Nina ya había pensado que después de tirar el llavero, nada la vincularía con lo que había pasado. Pero ahora, Penny todavía tenía la otra parte del llavero y, para empeorar las cosas, la pieza que ella tenía tenía el número de serie.
—Oh, no. —Nina sacó rápidamente su teléfono y verificó la inscripción en línea.