La renuencia de Penny obligó a Renren a sacar al cachorro para demostrar que era inofensivo. Al principio, ella solo miraba curiosamente al cachorro, luego comenzó a tocar su pelo. Después de unos minutos, intercambiaron mascotas. Ahora, el cachorro estaba en su regazo mientras que Chunchun estaba en el de él.
—Es tan lindo —se maravilló mientras acariciaba el estómago del cachorro. Al ver su reacción, no pudo evitar reírse. —¡Tan lindo~!
Renren estaba contento. —Pensé que te enojarías si lo traía aquí.
—Jeje. ¿Por qué me enojaría? —se rió y luego señaló la otra jaula portátil—. ¿Ves eso de allá? Ni siquiera sé qué criatura es, pero aún así la cuido.
Sus ojos se dirigieron a la criatura desconocida. —Siempre está comiendo.
—Le gusta comer.
—¿No vas a dejarlo salir?
—Si se escapa, entonces ambos estamos perdidos —respondió sin mirarlo—. No sabía que Amanda es una pantera negra. Su cachorro es tan lindo... y es macho. ¿Ya le pusiste nombre?
—No.