Otro día llegó sin falta.
Esta vez, no había ningún balde de agua sucia esperando a Penny en la entrada de su salón. Ella llegó y todos ya estaban allí. Parecía que desde que el club de fans de Ray le puso el ojo encima, todos sus compañeros llegaban más temprano de lo que deberían.
Caminando hacia su escritorio, Penny miró a su alrededor y notó que sus compañeros evitaban el contacto visual con ella. Cuando su mirada se posó en Ginnie, esta última estaba sacudiendo la cabeza profusamente, como tratando de advertirle sobre algo.
—¡Buenos días, Penny!
Justo entonces, Lily llegó al salón de clases y saludó de inmediato a Penny. Bueno que su escritorio estuviera cerca del de ella.
—Buenos días —Penny miró a Lily, que estaba colocando su mochila.
—Jeje —Lily saltó hacia Penny para charlar un poco antes de la clase. Pero antes de que pudiera apoyarse en el escritorio de Penny, Penny le agarró el brazo y la detuvo—. ¿Penny?
—Lily, espera un segundo.