Sin que ellos lo supieran, los días se acercaban sigilosamente al festival del Pequeño Año.
Dos días antes del Pequeño Año, Ruo Shui tuvo que entregar libros a la librería y, de paso, fue a recoger a los niños de la Academia de Artes Marciales y la Academia para llevarlos a casa.
A partir de mañana, la Academia comenzaría sus vacaciones, las cuales durarían hasta el decimoquinto día del primer mes lunar.
Desde que compraron un carruaje para el hogar, Ruo Xuan había estado ocupada con tareas en los campos todos los días y no había montado ni una sola vez en el carruaje. Aparte de la Abuela Lei, todos en el hogar habían dado un paseo. Hoy, por fin le tocaba el turno a la abuela y la nieta.