La primera lección fue instructiva, y la segunda involucraba aprender y practicar caligrafía.
Maestro Han:
—En la escritura, primero esculpe la forma y ejerce el espíritu; tenga tanto piel como sangre, tanto fuerza como tendón; deje que los hilos se tejan, las redes distintas, así se hace un buen carácter.
—Al comenzar a aprender, uno debe enfocarse primero en los huesos y los tendones; sin una estructura sólida, ¿a qué puede adherirse la carne?
—Para todo calígrafo, independientemente del estilo, es esencial que los huesos, tendones, sangre y carne estén presentes; los tendones representan la agudeza, los huesos los trazos finos, la sangre el flujo de la tinta, y la carne el cuerpo de la tinta; la agudeza da vida al pincel, y el flujo constituye la esencia de la tinta.
El Maestro Han escribió los dieciséis caracteres que estaban aprendiendo esa lección en la arena para los niños mientras explicaba, luego demostró de nuevo en papel fino.