La Dama Xuanyuan consideró algunos problemas posteriores y sugirió que el taller de papel eligiera un día auspicioso para abrir, pues solo entonces el papel producido se vendería formalmente en la librería.
Todos naturalmente no tuvieron objeciones ya que escoger un día y hora auspiciosos para la apertura era esencial para la prosperidad y la navegación tranquila.
Este período sería una excelente oportunidad para producir más papel y contratar personal adicional, anticipando una avalancha una vez que se publicaran los precios.
Incluso si las compras estaban limitadas, se esperaba que muchas personas compraran.
Ruo Chuan, siendo el más competente en negocios entre la familia, fue confiado con la gestión del taller de papel, incluyendo la librería y el próximo Taller de Rubor que abriría Ruo Xuan.
Con los asuntos del molino de papel resueltos, todos luego dejaron el taller en carruaje tirado por caballos y regresaron al pueblo.