Sin pausar para preguntar o recopilar más información, recogieron apresuradamente sus pertenencias y se alejaron corriendo. Gorrión, aún sintiéndose aturdido y grogui por haber sido despertado abruptamente, luchaba por comprender completamente la situación. No obstante, siguió instintivamente a los demás, confiando en su liderazgo.
Pronto llegaron al borde del jardín, adyacente al edificio que estaba a su lado. Tenían delante una distancia de 8-10 metros que necesitaban cruzar para llegar al balcón del edificio de apartamentos adyacente.
Buitre no perdió tiempo y conjuró un puente de tierra. Sin embargo, al ser solo nivel cero, el puente que invocó desde esa distancia no era tan resistente como había esperado. Ya estaba al límite de su capacidad para sostener a dos personas a la vez; más que eso arriesgaría que el puente se derrumbara. Aún peor, cualquiera que lo cruzara podría caer del puente, que estaba suspendido a 10 pisos del suelo.
