—¡Espera! Detente aquí —exclamó Kisha abruptamente, deteniendo su paso cerca del corazón del distrito occidental. Con una horda de zombis acechando adelante, buscó urgentemente reevaluar su ruta.
—Señorita Kisha, ¿qué ocurre? —preguntó uno de los recién llegados, solo para recibir un fuerte golpe en la cabeza de la palma de Sparrow como respuesta.
—¡Menos cháchara, más concentración en lo que está a nuestro alrededor, imbécil! A pesar de su tono juguetón, su expresión se asemejaba a la de un perro guardián vigilante. Su postura se endureció y cada músculo se tensó mientras escaneaba sus alrededores intensamente.
—Esta ruta no sirve. Tenemos que desviarnos hacia el sureste; puede que añada algo de distancia extra, pero es significativamente más segura —declaró Kisha con decisión. Sin embargo, su impulso se detuvo cuando una pieza crucial de información se le vino a la mente.
