Tras enviar al personal relevante para abordar las tareas que había organizado, Kisha y Duque se quedaron en la plaza, reuniendo a casi un centenar de superhumanos despertados recientemente que se habían congregado a su alrededor.
Kisha los hizo a todos pararse alrededor de la plaza, donde ella y Duque concluyeron la sesión de entrenamiento para los nuevos guerreros. Se les dio una rara oportunidad para relajarse y descansar sus cuerpos adoloridos, permitiendo tiempo para que sus músculos sanaran y se fortalecieran. El descanso temprano era crucial, ya que sus músculos probablemente habían experimentado tensión y pequeñas desgarraduras debido al intenso entrenamiento, y esta pausa contribuiría a su progreso general.
