—Nada. ¿Entramos? —dijo Duke, atrayendo a Kisha a su abrazo mientras la guiaba hacia la villa.
Mientras tanto, Gorrión no podía contener su risa y se burlaba de Buitre. —Te advertí que no intentaras eso —dijo, sonriendo—. ¿De verdad pensaste que esa frase de conquista funcionaría con la Joven Señora? ¡Si ni siquiera era fiable para empezar! A pesar de la advertencia de Gorrión, Buitre aún había intentado enseñarle a Duke la cursi frase que había oído, solo para que resultara un fracaso, como se esperaba.
No solo la Joven Señora le había dado a Duke una mirada como si fuera un completo tonto, sino que Buitre también había ganado una mirada fulminante de su Maestro. Buitre estaba seguro de que Duke descargaría su frustración aumentando la intensidad de su entrenamiento más tarde, asegurándose de que todos sufrirían, especialmente los pobres novatos que no tenían idea de lo que se avecinaba.
