Para sorpresa de todos, Mike no mostró angustia y asintió en acuerdo con la sugerencia de Kisha. Era claro que había logrado separar sus sentimientos por los animales de sus responsabilidades profesionales.
—Entendido, joven señora. ¿Cómo deberíamos proceder con esto? Estamos enfrentando problemas similares con los otros corrales, como los de las ovejas y otros animales de ganado —preguntó Mike, frotándose la barbilla pensativamente.
—Sí, en el futuro, podemos aumentar el número de animales ya que podré mejorar los límites y expandir esta instalación. Sin embargo, por ahora, necesitamos mantener bajo control la población animal —dijo Kisha.