—Como un íncubo que despierta el deseo en una mujer —esperaba que Kisha se despertara y se uniera a él para poder hacer realidad su fantasía y clavarse en ella y bombear más profundamente en su vagina mientras la hacía venir una y otra vez hasta perderse en el éxtasis del acto amoroso.
—Pensar en esto enviaba sensaciones de cosquilleo a través de cada nervio en el cuerpo de Duke. Apretó los dientes mientras el placer se acumulaba, sus ojos parpadeando antes de finalmente liberarse, un chorro de semen disparándose y aterrizando en el suelo, solo para ser lavado por el agua que aún fluía de la ducha.