Kisha no estaba totalmente equivocada; Duke en efecto había estado planeando robar otro beso. Sin embargo, Kisha estaba preocupada de que el beso pudiera llevar a repetir su apasionada noche, algo que no estaba de ánimo para hacer. Aún sintiéndose adolorida y esperando evitar estar en cama por el resto del día, estaba decidida a impedir que algo más sucediera.
Al ver a Kisha siendo un poco evasiva, Duke sintió una punzada de renuencia en su corazón. No quería que ella evitara su toque, aunque entendía sus razones. Aún así, se sintió injustamente tratado, ya que realmente se había contenido la noche anterior. —¿Quizás solo un poco? —pensó.