Keith se ahogó en exasperación después de escuchar a su hermana decir eso. Ya estaban soportando un intenso régimen de entrenamiento diario que no todos podían seguir, sin embargo, su hermana aún señalaba que Gorrión y Buitre eran más fuertes que Águila y Halcón, quienes estaban entre los hombres más fuertes de la base en ese momento.
—Entonces, ¿qué clase de entrenamiento malévolo pasaron ustedes? —preguntó Keith sarcásticamente, sin querer perder ante su equipo.
—Bueno, básicamente luchamos contra cientos de zombis que nos atacaban —respondió Kisha, parpadeando inocentemente las pestañas para molestar a su hermano.
Keith aspiró una bocanada de aire frío al escuchar sobre lidiar con cientos de zombis, mientras que él y el equipo de exploradores solo podían manejar docenas y aun así se sentían exhaustos, a menudo regresando a la base en lamentables condiciones. Sintió que la brecha de fuerza entre los dos grupos era inmensa y era desmoralizante.