—Mientras Duke cubre nuestros rastros y secuestra el sistema de los Coltons, necesito dejar mi disfraz para atraer a sus hombres y que me lleven a su escondite —explicó Kisha.
—Joven Señora, ¿cómo harán eso cuando están en alerta máxima y no permiten que nadie se acerque, y especialmente que un extraño entre en su perímetro? —Águila Calva aclaró que no seguía el razonamiento de Kisha porque pensó que ella podría no estar al tanto de los movimientos de los Coltons después de que sus campamentos fueran arrasados.
—Bueno, resulta que el Joven Maestro de los Coltons era un gran pervertido sexual y su gente seguía secuestrando a hombres y mujeres hermosos para intercambiarlos por suministros de su Joven Maestro —explicó Kisha de manera casual, pero Duke estalló de ira.
—¡No! ¡No apruebo esto! —Duke atrajo a Kisha hacia su abrazo, sus ojos girando de rabia—. No vas a ir —gruñó con voz baja.