—La Colonia incluso parece estar hecha de piedra —comentó Kisha mientras ella y Duke contemplaban el espectáculo ante ellos.
—Maestro, en efecto, fue hecha de piedra que mis abejas obreras esculpieron con sus patas delanteras —explicó Campana a través de su enlace mental, haciendo que Kisha se atragantara un poco con su propia saliva. Era un testimonio de la increíble fuerza y de lo afiladas que eran las patas delanteras de las abejas escarlatas.
—¡Esculpido! ¡Esculpido! —Una voz alegre y emocionada resonó en la cabeza de Kisha, diferente de las de 008 y Campana. Su cabeza giró instantáneamente hacia el lado donde Zeus giraba emocionadamente, casi como si persiguiera su propia cola.