Y así, Kisha y sus compañeros lograron entrar en el refugio sin más bajas. Los soldados que los rodeaban los miraban con admiración, como si vieran a sus ídolos por primera vez. Kisha y los demás esperaron a que llegara el equipo médico para completar la inspección, similar a su propia experiencia inicial. Sintiendo un sentido de responsabilidad, Kisha se sintió obligada a informar tanto a su grupo como al grupo de Clyde sobre la inspección próxima y qué esperar dentro de la tienda. Fue una explicación breve, pero todos entendieron la importancia de la cooperación.
Las miembros femeninas del grupo se sintieron avergonzadas de exponer sus cuerpos a los demás, pero se abstuvieron de plantear cualquier preocupación porque entendían la necesidad de la inspección. Optaron por no armar un alboroto, reconociendo la importancia de la cooperación en la situación.