En los ojos de sus compañeros, Qi Shuning siempre había sido una prodigio. Después de graduarse en la facultad de comunicaciones de la Universidad de Great Xia y de estudiar en el extranjero durante un año, mantuvo el promedio más alto de su clase.
Sin embargo, nunca había enfrentado una situación en la que fuera constantemente opacada.
Su mentor, consciente de su orgullo y ambición, la consoló:
—La grabación durará dos meses. Cuanto más dure, más defectos se expondrán. Pero tienes una base sólida y un conocimiento profundo, lo que no puede ser igualado por un simple ídolo popular. Sin embargo, también deberías reconocer las fortalezas de los demás.
Qi Shuning asintió en acuerdo:
—Está bien, iré a grabar el programa.
—Adelante —su mentor miró la hora y añadió—. Solo vine aquí por unos materiales y no te molestaré más.
Dejando la carpa, Qi Shuning regresó al punto de encuentro.
