Lin Qingyan también se había enterado hablando con el productor y el director.
Ni la familia Zuo ni Medios Tianle tenían intención de proteger a Si Fuqing.
Después del funeral del patriarca de la familia Zuo, aunque los Zuo no habían anunciado oficialmente la expulsión de Si Fuqing, era bien conocido en Lin cuál era su postura.
Anteriormente, con el respaldo de la familia Zuo, Lin Qingyan había sido reacia a quemar puentes.
¿Pero ahora?
En la industria del entretenimiento, Si Fuqing estaba en el escalón más bajo.
Una vez que se volviera inútil, sería descartada inmediatamente.
A diferencia de Lin Qingyan, que era una de las ídolos femeninas más cotizadas.
Si Fuqing no podía compararse.
—El asunto realmente no te afecta mucho, dado que ya tienes bastantes detractores —sonrió Lin Qingyan—. Además, has limpiado tu nombre, y los internautas incluso han estado criticando a Ruotong por ti.
—En todo este asunto, realmente has salido ganando. ¿No puedes simplemente dejarlo pasar?
