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Como el primer reality show de desarrollo de ídolos a gran escala en el Gran Imperio Xia, Youth With You había captado mucha atención.
Junto con diversas estrategias de marketing, la popularidad del programa aumentó rápidamente, atrayendo a más y más fans.
Los aprendices que participaban en el programa tenían diversas motivaciones. Algunos, como Xu Xiyun, habían firmado contratos restrictivos con sus compañías y no tenían más opción que participar. Otros veían el programa como un trampolín hacia la industria del entretenimiento.
Incluso si no lograban debutar, todavía podían obtener recursos valiosos y oportunidades, y quizás incluso alcanzar la fama y el éxito más adelante.
Sin embargo, alinearse con Si Fuqing solo traería problemas.
¿Quién querría asociarse voluntariamente con ella?
Antes de que Si Fuqing pudiera decir algo, Xu Xiyun, rojo de ira, se acercó.
—Yan Yuanze, ¿de qué estás hablando? ¡No puedes simplemente abandonar tu clase asignada!
—¿Por qué no? —Yan Yuanze replicó desdeñosamente—. Ya hemos consultado con el Director Li. Mientras la Profesora Si esté de acuerdo, podemos retirarnos de su clase.
Su rango actual estaba peligrosamente en el 66—una posición precaria.
El próximo episodio eliminaría a casi la mitad de los aprendices, y él no podía permitirse ser uno de ellos debido a Si Fuqing.
—¡Tú! —La cara de Xu Xiyun se puso aún más roja. Estaba a punto de decir algo más cuando Si Fuqing intervino.
—Está bien —dijo ella, su tono indiferente, sin mostrar señales de enojo. Miró hacia los demás—. ¿Qué hay del resto de ustedes? ¿Alguien más quiere irse?
Todos los estudiantes que quedaban sin ser elegidos por Lin Qingyan y Li Jingchen estaban presentes, un total de veinticuatro.
Al escuchar su pregunta, varios aprendices evitaron su mirada. Pero finalmente, hablaron.
—Profesora Si, por favor quite mi nombre.
—No quiero quedarme aquí.
—Yo también quiero irme.
—Estaríamos mejor practicando por nuestra cuenta que siguiéndote.
Dejando de lado su supuesta falta de habilidad, Si Fuqing solo tenía dieciocho años—su experiencia y credenciales no se podían comparar con las de Lin Qingyan. Prefirirían escuchar en la clase de Lin Qingyan al margen que incluso ver a Si Fuqing.
Al final, solo cuatro personas se quedaron.
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Veinte optaron por irse.
—Está bien —dijo Si Fuqing, mostrando que no tenía intención de intentar retenerlos. Sonrió con pereza—. Entonces váyanse. No hay necesidad de despedidas.
Los aprendices se quedaron desconcertados.
No esperaban que Si Fuqing fuera tan complaciente.
El mayor impacto de su salida sería sobre ella.
¿No tenía miedo de ser vilipendiada en línea otra vez?
—Vamos, apúrate y vete —Xu Xiyun prácticamente empujó a Yan Yuanze hacia la puerta—. Querías irte, ¿verdad? ¿Por qué sigues dando vueltas?
—¿Qué estás haciendo, Xu Xiyun? —Yan Yuanze estaba visiblemente molesto.
—Este es el estudio de danza de la Profesora Si. Si no eres parte de la clase, ¿por qué sigues aquí? —Xu Xiyun se burló—. Te digo que te arrepentirás de esto más temprano que tarde.
Él creía que Si Fuqing debía ser alguna superhumana extraordinaria, un enigma cósmico que solo él había descubierto.
—¿Arrepentimiento? Xu Xiyun, estás delirando —se burló Yan Yuanze—. Me gustaría ver cómo vas a debutar siguiendo a Si Fuqing.
Yan Yuanze no le echó otro vistazo a Xu Xiyun, su rostro frío mientras se marchaba con los demás.
Al regresar al estudio de danza, Xu Xiyun se desinfló como un globo pinchado, su ánimo bajo. —Profesora Si, realmente no sé por qué ellos…
—¿Qué tiene que ver contigo? —Si Fuqing lo interrumpió, lanzándole una mirada fugaz—. Vuelve a la práctica. Si no dominas esta canción para el final del día, vas a dormir en un split.
Xu Xiyun:
—…
Así que, después de todo, él era el único que estaba siendo atormentado.
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Seis de la tarde.
Si Fuqing salió de la base de entrenamiento.
Había tenido un día bastante tranquilo, con el entrenamiento oficial de clase comenzando mañana.
Incluyendo a Xie Yu y Xu Xiyun, ahora tenía seis personas bajo su ala.
Un número manejable—debería agradecer a estos aprendices por permitirle llevar una vida feliz como mentora.
—¡Qingqing! —Afuera, Yu Tang vio a la chica con la chaqueta de cuero barroca y le hizo señas entusiastamente—. ¡Por aquí!
—Si Fuqing sonrió—. Señorita Yu.
—Llámame Tangtang —insistió Yu Tang, frotándose contra el brazo de Si Fuqing—. El Tío Nueve es distante, ¡pero yo estoy llena de calidez!
—Deberías dejar de ser su guardaespaldas y venir a trabajar para mí. ¡Yo también te pagaré!
Cuando asistiera a eventos sociales en el futuro, ni siquiera tendría que vestirse elegante; llevar a Qingqing sería suficiente para acaparar la atención.
Todo el mundo la envidiaría.
—Tangtang —Si Fuqing suspiró—, ¿no es el dinero que tienes en realidad del Tío Nueve?
Yu Tang titubeó.
—Eh, parece que sí.
Se agarró la cabeza y comenzó a llorar —¿Qué debería hacer? El Tío Nueve es un tirano con sus subordinados. Mira a Feng San; ha perdido todo su encanto y se le está cayendo el pelo.
—No te preocupes, puedo ganar mi propio dinero —dijo Si Fuqing, levantando a Yu Tang—. Creo que el jefe es bastante simpático.
Esta mañana incluso me llamó para desayunar.
—¡Eso es solo porque aún no ha mostrado su verdadera cara! —exclamó Yu Tang—. Es un adicto al trabajo que atormenta a sus subordinados. Una vez lo vi trabajar a las tres de la madrugada.
—Ese estilo de vida conlleva el riesgo de muerte súbita —reflexionó Si Fuqing.
Tal vez necesitara prepararle otra receta. Otra oportunidad para ganar dinero.
Las dos charlaron mientras caminaban.
Yu Tang demostrando ser conversadora sin llegar a ser molesta.
Si Fuqing había tratado con esciones de poderosas familias e incluso con miembros de las familias reales del Continente Occidental.
Pocos eran tan accesibles como Yu Tang.
No fueron a ningún restaurante elegante sino a una cocina privada.
Era conocida por su deliciosa sopa de pescado, según la recomendación de Yu Tang.
Mientras caminaban, un leve gemido llegó a sus oídos.
Si Fuqing se detuvo y se volteó.
Yu Tang también lo notó.
En la esquina, bajo una unidad de aire acondicionado, yacía un montón blanco y esponjoso.
—Oye, Qingqing, hay un perro aquí —Yu Tang se acercó con cautela—. Parece herido.
—¿Hmm? —Si Fuqing también se agachó y notó sangre fresca impregnando el pelaje del pequeño perro blanco—. Sí, está herido.
—Llevémoslo al veterinario —Yu Tang levantó cuidadosamente al pequeño perro blanco—. ¿Te importa?
—Vamos. No podemos dejarlo aquí —Si Fuqing estuvo de acuerdo.
Una clínica veterinaria no estaba muy lejos.
El pequeño perro blanco había sufrido lesiones externas. El veterinario rápidamente limpió, desinfectó y vendó las heridas.
Sin embargo, tuvieron que mantener al perro bajo observación durante otra media hora debido a la medicación aplicada.
—Guau, es tan lindo, con ojos morados y orejas y cola esponjosas —Yu Tang acarició al perro, su cara resplandeciendo de pura alegría—. Acariciar perros es lo más maravilloso del mundo.
Si Fuqing estuvo de acuerdo.
Descansó su barbilla sobre una mano mientras la otra pellizcaba ligeramente la oreja del perro.
Ella había tenido una mascota antes, no solo para acariciar sino incluso para montar.
Desafortunadamente…
—¡Qingqing! ¡Ayuda! —Yu Tang de repente gritó—. ¡Este perro, no tiene trasero!
—¿Hmm? —Si Fuqing perezosamente golpeó la parte trasera esponjosa del pequeño perro blanco sin mirar—. ¿No es esto? Se siente suave para mí.
El pequeño perro blanco emitió un "woof" lleno de indignación.
¡Esta mujer se estaba tomando libertades con él!
Yu Tang estaba desesperada.
—No, quiero decir que no tiene una abertura excretora.
Si Fuqing se centró de inmediato.
—¿Qué?
Rápidamente tomó el pequeño perro blanco de Yu Tang, ignorando su resistencia, y lo volteó para revisar.
Plano.
De hecho, no había lugar para la excreción.
Si Fuqing cayó en un silencio pensativo.
¿Sería posible que este perro fuera en realidad ese tonto Pixiu que alguna vez había tenido?