```
—Y además, dado que se han esforzado tanto en establecer este tipo de formación, debe haber algunas similitudes entre el saqueador y aquel a quien se le está robando la suerte. De esta manera, es más fácil apoderarse de la suerte. Es como intentar encajar un pastel redondo en un molde redondo; si el molde es cuadrado, siempre faltará algo.
JI Xingzhi se rascó la cabeza —Pero ¿y si la suerte se recupera y el saqueador perece?
El Viejo Maestro JI aplaudió, exclamando —¡Eso significa que a la persona de repente le ha caído una gran suerte, convirtiéndose en un Niño de la Suerte!
—Es como si no hubieras dicho nada en absoluto —murmuró JI Xingzhi, frustrado—. Olvídalo, estás demasiado viejo para esto. Lo averiguaré por mí mismo.
Justo cuando el Viejo Maestro JI estaba a punto de replicar, se acercó el mayordomo, llevando una caja.
—Viejo Maestro, aquí están todas las cosas buenas, incluida la máscara que el joven maestro solicitó.
