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—La constitución física juega un papel —Si Fuqing se tocó la barbilla pensativa—, pero principalmente es porque corro y levanto pesas todos los días. ¿Quieres unirte a mí?
—No, no, no —respondió Yu Tang, echando un vistazo a la nueva barra que Feng San había traído, una gota de sudor formándose en su frente—. Yo... podría morirme solo con correr 800 metros.
Le aterraba la idea de las pruebas físicas en la universidad.
La barra pesaba un total de 200 kilogramos.
Solo había visto a hombres súper fuertes usando tales pesos en el gimnasio.
—El entrenamiento adecuado es importante —comentó Yu Xiheng desde detrás de su libro, con una voz fría y tranquila—. El entrenamiento militar comienza el quince de agosto en la Universidad de la Gran Xia. Ni siquiera pienses en pedir permiso.
Yu Tang se quedó sin palabras.
Dirigió sus ojos suplicantes hacia Si Fuqing.
