—Segundo Hermano, no está muerto, ese cadáver no es él —Wei Ruo declaró con confianza.
—No... ¿No es el segundo joven maestro? —Xiumei abrió mucho los ojos, dejando caer su mandíbula en un silencio atónito.
—En primer lugar, he visto el cuerpo de mi segundo hermano. La fisonomía de ese cadáver es similar a la suya, pero estoy segura de que no es él debido a muchas discrepancias en los detalles. En segundo lugar, durante sus visitas recientes, me mencionó más de una vez que si yo escuchaba sobre su muerte, no debería creerlo, alegando que era un malentendido —Wei Ruo analizó.
—Bueno... El segundo joven maestro dijo eso, pero ¿realmente podría haberse referido a este incidente? —Si realmente fuera el caso, sería de hecho el mejor resultado. Xiumei solo temía albergar falsas esperanzas, creyendo que la joven señora podría tener que pasar por otro episodio de angustia.