Wei Yichen no se percató de estas reacciones mientras caminaba hacia el Jardín Tingsong con el objeto destinado para Wei Ruo. Preguntó a Xiumei acerca de Wei Ruo, descubriendo que no estaba en el Jardín Tingsong; así que dejó la caja de madera con Xiumei.
De camino de vuelta, pasó por el Parque Yizhu y vio a Wei Ruo salir con una sonrisa en su rostro radiante, mientras charlaba con alguien en el interior.
—Hermano, nos vemos mañana. Volveré y te traeré algo delicioso de nuevo. Las calabazas de mi jardín están maduras. Le pediré a Meimei que te haga panqueques de calabaza —dijo ella.
Wei Ruo giró la cabeza y vio a Wei Yichen, quien la observaba curiosamente.
—Hermano mayor —dijo ella, su sonrisa vivaz reemplazada por una expresión más contenida.
—¿Qué te tiene tan feliz? —preguntó curiosamente Wei Yichen.
—Acabo de tener una comida deliciosa con mi hermano —respondió Wei Ruo.