La expresión de Mingzhu estaba llena de desprecio:
—Señorita, ciertamente usted es nuestra señora, pero, habiendo vivido en el campo durante años, la familia más rica con la que se ha encontrado fue la Familia Yuan en la prefectura de Taizhou. Todavía tiene mucho que aprender y nutrir antes de que pueda presidir adecuadamente el hogar de un marqués. Tome esos viejos frascos que trajo del campo, por ejemplo. El tercer maestro y la dama la consintieron, pero una vez que esté en la Residencia del Duque, tendrá que deshacerse de esos hábitos.
—Si soy o no una buena esposa del señor es asunto mío. Si le desagrada verme así, puedo mostrarle qué cosas escandalosas puede hacer una chica del campo, que vivió una vida rural durante trece años, en una boda —Wei Ruo sonrió con coquetería.
—¿Qué quiere decir con eso, señorita? —Mingzhu estaba desconcertada al mirar a Wei Ruo.
