Yu Jingxian le dio palmaditas en la espalda a Duan Yixin con suavidad y dijo:
—Está bien. Puedes tomarte tu tiempo y recuperar tu memoria poco a poco.
Tras escuchar su explicación, los ojos de Duan Yixin se llenaron de confusión.
Aunque no podía recordar todo, sabía que debería haber muerto después del ataque con misiles. Incluso se inyectó el chip líquido en su cuerpo. Solo esos dos puntos eran más que suficientes para convencerla de que debería estar muerta ahora.
Duan Yixin frunció el ceño y bajó la mirada y pensó: «¿Por qué es todo diferente de la realidad? Además, ¿cómo podría haber sobrevivido un ataque con misiles? Jingxian, él... él también debería estar muerto para ahora. Todos en el laboratorio deberían estar muertos en el momento en que el misil impactó el edificio. ¿Qué está pasando aquí?»