—Esto —el jefe del pueblo se quedó sin palabras cuando fue cuestionado en público porque sabía que lo que ella decía era correcto.
Tang Zizheng se quedó atónito cuando escuchó a Duan Yixin cuestionar a su abuelo. Al verlo simplemente mirando a Duan Yixin aturdido, Liang Jiaying se sintió amenazada sin razón alguna. Viendo la manera en que él miraba a Duan Yixin, parecía estar a punto de perder algo muy importante. Ella le recordó con un suave tirón de su manga, frunciendo el ceño preocupada.
Tang Zizheng sintió un tirón en la manga, volvió en sí y se giró para mirar a Liang Jiaying. Cuando vio su ceño fruncido, se sintió culpable sin razón.
—Se giró para lanzar una mirada furiosa a Duan Yixin y dijo: "Es normal que un hombre tenga tres esposas y cuatro concubinas. ¡Con tu carácter celoso, ningún hombre querrá casarse contigo!"
Duan Yixin levantó ligeramente las cejas después de escuchar sus palabras. Le parecía bastante fascinante la forma de pensar de estas personas. Aunque en su mundo original, no era raro que los hombres tuvieran esposas en casa y amantes fuera, era un comportamiento vergonzoso que sería mal visto por la sociedad.
Pero cuando su miserable prometido dijo esas palabras desvergonzadas en público, los aldeanos no reaccionaron en absoluto. Era como si lo que él decía fuera la norma aquí.
—Al darse cuenta de esto, Duan Yixin frunció el ceño y pensó: 'Parece que la cultura de este mundo es muy diferente a la de mi mundo. Si no rescindo este compromiso matrimonial cuando tenga la oportunidad, me será difícil hacer lo que yo quiera en el futuro. Debería aprovechar mientras el hierro está caliente'.
Pensando esto, Duan Yixin preguntó:
—¿Quieres decir que, antes de casarte con una esposa, quieres tomar a esa joven como tu concubina primero?
Tan pronto como terminó de hablar, el rostro de Liang Jiaying se volvió pálido. Sus ojos se enrojecieron mientras decía con agravio:
—Señorita Duan, la relación entre Hermano Mayor Zheng y yo no es como piensas. Solo somos amigos. Si no te gusto, entonces —entonces simplemente dejaré este pueblo.
Viendo la expresión de Liang Jiaying, que daba la impresión de que alguien la había intimidado, Duan Yixin sabía que esta joven no era tan simple ni tan débil como aparentaba.
Inclinó ligeramente la cabeza, miró calmadamente a Liang Jiaying y dijo:
—Esta joven dama, estás pensando demasiado. Solo mencioné los hechos. Ustedes dos vinieron juntos y se tomaron de las manos en público. Si no tienes ningún asunto con él, ¿por qué le permitiste tomar tu mano y tocar tu cuerpo casualmente? ¿Es esta la forma normal de llevarse entre amigos?
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Después de escuchar sus palabras, los aldeanos se dieron cuenta de que las cosas eran en efecto como ella decía. Tang Zizheng y Liang Jiaying habían llegado juntos. También habían mostrado intimidad en público sin tener en cuenta los sentimientos de Duan Yixin. Tang Zizheng incluso señaló a su prometida y gritó que quería romper el compromiso, sin darle a Duan Yixin ni siquiera un poco de respeto o cuidar su reputación.
Si Tang Zizheng no hubiera tenido una relación ambigua con Liang Jiaying, ¿habría terminado su compromiso matrimonial con Duan Yixin sin razón? Mientras un hombre tenga cerebro, sabrá elegir entre una mujer que es buena en el trabajo y una mujer que solo puede llorar y necesita a alguien que la atienda.
Tang Zizheng vio que Liang Jiaying estaba casi llorando por las palabras de Duan Yixin y rápidamente se puso delante de Liang Jiaying protectivamente.
—Duan Yixin, nunca supe que eras una mujer tan malvada. ¿Cómo puedes manchar la reputación de Ying'er sin razón? Además, nunca me gustaste. Solo amo a Ying'er. Así que, deberías dejar de codiciar cosas que no te pertenecen. ¡Realmente me decepcionas! —dijo él con evidente disgusto en sus ojos.
Duan Yixin casi olvidó su excelente educación y rodó los ojos ante las desvergonzadas palabras de Tang Zizheng. Chi Xinru, que estaba parada detrás de Duan Yixin, estaba realmente harta de la desfachatez de Tang Zizheng.
—¡Tang Zizheng! ¡Eres un sinvergüenza! Fuiste tú quien manchó la reputación de Xin Xin sin motivo y trajiste a tu amante contigo en público para mostrar tu cariño descaradamente. ¿Quién te crees que eres para decir que Xin Xin te ha decepcionado? Si no tienes un espejo, ¿por qué no vas a orinar y te miras a ti mismo? ¡Ve quién decepcionó a quién! —replicó Chi Xinru dando un paso adelante.
Después de ser regañado por Chi Xinru frente a todos, Tang Zizheng estaba tan enojado que su cara se puso roja. Agitó sus mangas y dijo:
—No es de extrañar que Yixin se haya vuelto así. ¡Resulta que es porque creció con una arpía como tú!
—¡¿Qué dijiste?! ¡Te reto a que lo repitas! —exclamó Chi Xinru.
Antes de que Chi Xinru pudiera lanzarse hacia Tang Zizheng y arrancarle la cara, Duan Yixin agarró su muñeca y le hizo un gesto negativo con la cabeza. Aunque estaba furiosa, Chi Xiaru también sabía que este era un asunto personal entre Duan Yixin y Tang Zizheng. Incluso si quería ayudar a su mejor amiga, no tenía derecho a interferir en sus asuntos personales.
—Duan Yixin no quiere perder más su precioso tiempo en esta pareja de hombres desvergonzados y mujeres de té verde y dice:
—No hables tantas tonterías. Si quieres romper el compromiso matrimonial, entonces hazlo lo más pronto posible y deja de hacerme perder el tiempo. Todavía tengo que volver y limpiar mi casa.
Al ver que ella finalmente estuvo de acuerdo, Tang Zizheng respiró profundo para calmarse. Luego sacó de su manga una pequeña caja de madera larga y dijo:
—Este es el contrato matrimonial entre tu familia y la mía. Una vez que intercambiemos los contratos, no habrá relación entre nosotros.
Duan Yixin echó un vistazo a la pequeña caja de madera larga, luego miró a Chi Xinru y preguntó:
—Xinru, ¿sabes dónde puse esa clase de caja antes? No recuerdo.