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Sus palabras equivalían a una confesión.
Las miradas que todos dirigían hacia ella estaban cada vez más llenas de asombro.
Rodeada de espectadores, Gu Jinyu entró en la escuela de niñas. Antes de entrar, echó un vistazo al Salón Médico, intentando encontrar a Gu Jiao.
Pero Gu Jiao no había ido hoy al Salón Médico.
Había ido a la estación de correos para enviar una carta a Xue Ningxiang. Allí estaba su respuesta y la de Zhou Erzhuang traída por Gu Changqing desde el campamento militar, junto con algunos adornos de Ciudad Capital para el niño.
El pequeño ya tenía dos años, capaz de caminar, correr y saltar, especialmente bueno llamando a la gente, particularmente llamando a su padre.
Gu Jiao preguntaba a Xue Ningxiang en la carta si tenía algún plan de encontrar un padre para el niño.
Gu Jiao no tenía tales ideas rígidas. En su opinión, Xue Ningxiang seguía siendo joven, solo dos años mayor que ella, solo diecisiete este año.
