Después de obtener el boleto de admisión, el Señor Gu hizo que Huang Zhong se lo enviara directamente a Gu Jiao.
Ya había decidido que en el primer día de escuela de su hija, él y su esposa irían a la escuela y le darían a su esposa una gran sorpresa!
¡Viendo los esfuerzos que ha hecho por su hija de cerca, su esposa seguramente se dará cuenta de su sincero amor por su niña!
Por supuesto, había considerado que su hija podría no apreciar sus esfuerzos. Siendo un hombre astuto, ¡ya había ideado un plan!
—Señorita, el Señor Gu dijo que con tal de que usted acepte ir a la escuela, le dará 500 taeles de plata. —En el Salón Médico, Huang Zhong transmitió las palabras del Señor Gu.
Gu Jiao estaba trabajando y hizo una pausa cuando escuchó estas palabras, —¿Estás seguro?
—Absolutamente! ¡Incluso traje la nota de plata! —respondió Huang Zhong.
—Dinero en una mano, nota en la otra. —respondió Gu Jiao.
—¿Por qué eso suena un poco mal? —Huang Zhong preguntó.