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—Señorita Ma, quédese tranquila, siempre que no necesite demasiados pasteles para la boda, podemos preparárselos sin problema. ¿Verdad, señora? —Mo Sanniang, temiendo que Lin Yuan se negara, rápidamente agarró su manga y tiró fuerte, gestualizando desesperadamente con sus ojos.
—Lin Yuan se sintió impotente, puesto que la propia Mo Sanniang ya lo había planteado así, ¿qué más podría rechazar?
—Además, nos encantaría hacer negocios con la señorita Ma; sin embargo, por favor asegúrese de confirmar la fecha y la cantidad de pasteles para la boda tan pronto como llegue a casa, para que tengamos tiempo de apurarnos en el trabajo y tenerlos listos —Lin Yuan asintió, sonriendo como recordatorio para Ma Xiaonan, aceptando así el negocio.
—Ma Xiaonan aplaudió alegremente y se volvió para salir de la tienda. Corrió llamando emocionada: "¡De acuerdo, iré a casa de mi primo ahora mismo a preguntar la fecha y la cantidad! Jefe Lin, espéreme, volveré pronto".
