—Justo cuando entró en la habitación, Lin Yuan olió un aroma rico, un olor complejo como si se hubieran mezclado varios ingredientes. Antes de que pudiera distinguir qué ingredientes eran, Lin Yuan fue recibida con una escena impactante: una enorme mesa de madera maciza estaba completamente llena, cubierta con un surtido de pollos asados, gansos rostizados, pescado gordo, carnes cubiertas de salsa y una variedad de platos vegetarianos. Aunque la vajilla había quedado en un estado desordenado, aún se podía discernir la presentación refinada de la comida. Sin embargo, el culpable detrás de esta fiesta caótica era un anciano, royendo una pata de cerdo, con el pelo blanco e incluso la barba manchada de grasa.