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Cada tres días, Yang Mengchen encontraba la manera de drogar o distraer a Mo Mei y Qing Qing, y luego iba a la Montaña Dayang para instruir personalmente a aquellos siete Guardias de Élite.
A pesar de someterse a un entrenamiento diabólicamente exigente todos los días, ni uno solo de ellos se quejaba de la dificultad o gritaba por fatiga. Una vez que se unieron a Yang Chengning en el campo de batalla, cada uno era valiente y temerario, ayudando repetidamente a Yang Chengning a acumular gloriosos logros militares. El General Invencible y los Siete Águilas Ensangrentadas (denominados por Yang Mengchen) se hicieron famosos en todo el mundo. Por supuesto, esa es una historia para otro momento.
En los días siguientes, Yang Mengchen estuvo extremadamente ocupada, pero sus arreglos estaban tan bien planificados que manejó todo con bastante facilidad.
