—¿Ella conoce a esta persona?
Ella tiene una excelente memoria.
Así que reconoce de inmediato a la mujer que toca a su puerta: es la misma mujer que insistió en comprarle ropa esa vez, también la hermana del chico que le gusta a Menmen.
—¿En qué puedo ayudarte? —dijo ella.
Ella había sospechado desde el principio que esta mujer provenía de un lugar de poder.
En efecto, debía ser alguien del ejército.
Pero, ¿por qué estaba tocando su puerta hoy?
—¿Así que tú eres la amante de Yun Hao? —cuando Lu Jingyi vio a Meng Yunhan, se sorprendió un poco pero mayormente estaba disgustada.
Esa expresión, esa actitud, le recordaba una historia en la que la esposa confronta a la amante.
—Sí, soy yo —Meng Yunhan no flaqueó.
Lu Jingyi no quería tener esta conversación en la puerta, —¿Podemos hablar adentro?
Después de la humillación que había soportado anteriormente, el incidente seguía fresco en su mente, hoy era el día para saldar todas las cuentas.
