Lu Jingyi comenzó a quejarse.
—Papá, no tienes idea, alguien de tu base militar me acosó, incluso me dijo que me fuera. Papá, debes ayudarme a vengarme y expulsarlo —mientras hablaba Lu Jingyi, se quejaba y sacudía el brazo de Lu Zhendong.
Lu Zhendong adoraba a su hija.
—Dime Papá, ¿quién exactamente ha molestado a nuestra Xiaojing? —preguntó.
Lu Jingyi quería mencionar a Lu Jianjun, pero no sabía su nombre, lo que la hizo vacilar.
—El Tío Zhang conoce su nombre, él no me dijo cómo se llama. Pero, Papá, le dije quién eres tú, y él me dijo que me fuera. Papá, debes darle una lección —dijo.
La sonrisa se fue desvaneciendo gradualmente del rostro de Lu Zhendong.
—Parecía que Xiaojun todavía no le había perdonado. Incluso ahora estaba tratando así a Xiaojing.
—Xiaojing, ve a casa primero —dijo él.
Lu Jingyi, sintiendo al instante la indiferencia de su padre, se fue con muchas preguntas.
Lu Zhendong continuó observando el campo de entrenamiento a lo lejos desde su ventana.