—¿El Capitán realmente ha regresado?
—No es un sueño.
—El Capitán ha regresado.
—El Capitán ha regresado.
Lágrimas se acumularon en los ojos de Lu Jianjun, un atisbo de rojez envolvió sus párpados y las lágrimas fluyeron por su rostro.
En sus años de ser soldados, se habían adherido a la creencia de que los hombres derraman sangre, no lágrimas.
Pero ahora estaba llorando —lágrimas de pura alegría.
De repente, una fuerte y clara voz masculina resonó a través del campo de entrenamiento: "El Capitán ha regresado, el Capitán ha regresado".
Esta voz nítida y fuerte resuena por toda la base.
Al oír esto, el Comisionado Gu miró al Comandante Tang —Comandante, Xiaoyun ha vuelto, ha vuelto. Solo su campamento tenía el valor de ser tan intrépido frente al castigo y gritar sus emociones de esa manera.
El Comandante Tang también estaba muy emocionado, pero no lo mostraba tan obviamente como el Comisionado Gu —No estoy sordo, puedo oír.