Faris agradeció que Cassandra hubiera captado sus aprensiones.
—Entiendo tu punto. Pero siento que no pude proteger a Ara. Ella se ha ido y estoy listo para seguir adelante... el sentimiento duele como si picara y fuera el curso de acción incorrecto —expuso su verdad a las personas en las que más confiaba en este mundo.
—¡Faris! Todos crecimos juntos y Ara era la más dulce y amable entre nosotros. Y por lo que recuerdo, ella te adoraba y créeme cuando digo que ella querría verte feliz —fue Lana quien le dio esta seguridad. Se había colocado las manos sobre su vientre y lo sostuvo suavemente.
—Estoy de acuerdo con mi compañera —dijo Ranon con picardía—. Dejad que comience el proceso de sanación entre los dos. El amor no puede ser forzado, sino que tiene que construirse gradualmente. Dado que mi madre eligió a Aiko para ti, ella te ayudará a lo largo de este viaje. Un paso a la vez —añadió Cassandra mientras permanecía acurrucada en el abrazo de Siroos.