Todo el mundo se giró para ver a Faris avanzar con una sonrisa pícara. Se dejó caer en el asiento vacío justo al lado de Lotus, ya que hoy ella ocupaba su lugar.
—Bendito seas, tú eres Lotus. La hermana de mi cuñada. Yo soy Faris. —Le guiñó un ojo, intentando también encantarla.
Lotus se volvió completamente hacia él y le lanzó una mirada curiosa y se dio cuenta.
—¡Faris! El que actuó como el Alfa impostor por su hermano.
—El mismo, pero más encantador, guapo y conversador que mi hermano gruñón —Faris se inclinó y susurró con un parpadeo rápido de sus ojos.
Razial, que estaba observando esta interacción con su comida olvidada y pequeñas arrugas apareciendo en su frente, se aclaró la garganta bastante fuerte.
Siroos también intervino mientras Cassandra observaba a su cuñado con una expresión divertida.
—¡Faris! Deja de molestar a la Princesa Lotus. Ella es nuestra invitada.