Siroos sabía que Cassandra no podía transformarse, así que para igualar el campo de juego, decidió pedirle al Anciano que eliminara esa parte de las pruebas de este año.
—¡Inteligente! Me gusta la idea —respondió Argant mientras disfrutaba de su vino.
Siroos sabía que tenía que comenzar a entrenar a Cassandra pronto. Ella aprendía rápido, pero las pruebas siempre eran duras, y con los Ancianos a cargo de ellas, no iba a ser una hazaña fácil.
—Estas serán pruebas muy interesantes —comentó Simala—. Luna Cassandra, te daré algunos consejos. Hay algunos desafíos en las pruebas que siempre están presentes —le guiñó un ojo a Cassandra mientras Argant intervenía con orgullo.
—Mi compañera es la campeona de hace seis años. Definitivamente deberías prestar atención a su consejo.
Simala hizo una pequeña reverencia mientras Cassandra decía:
—Debes haber sido increíble. No puedo esperar para ver lo que me espera.