—No tenemos dinero, ¿de dónde íbamos a sacar dinero? Tu hermana menor, la última vez que vino a la ciudad, ni siquiera me dio los gastos de viaje cuando se fue. La criamos para nada...
Qin Jinlian no estaba dispuesta a prestar dinero, lo cual era esperado por la pareja, pero aún así guardaban un atisbo de esperanza.
—Mamá, no es solo pedir dinero por pedir, escribiremos un pagaré, con interés, y garantizamos pagar todo en un año, incluyendo el principal y los intereses.
No importaba cuánto rogara la pareja, Qin Jinlian se negaba tercamente a prestar dinero. Más aún, justo antes de que se marcharan, incluso los urgió a ir a la ciudad a buscar a Shen Mingzhu.
La negativa de Qin Jinlian a prestar dinero al hijo mayor, Shen Jianguo, lo dejó sin palabras en ese momento, pero se quejó amargamente una vez que regresaron a su cuarto del este.