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Ye Shaohua ya había cortado su conexión telefónica.
Simplemente apretó los labios en una sonrisa.
Ye Yun se derrumbó en el suelo, demasiado asustada para hablar.
Fue arrestada por la policía como una persona peligrosa y aislada del público general.
Al mismo tiempo, encontraron muchas armas químicas dañinas en la residencia de Ye Yun.
Lo aterrador fue que nadie podía descifrar cómo Ye Yun había logrado producir esas cosas sin dejar rastro alguno.
Por esto, Ye Yun estuvo bajo aún más estricta vigilancia.
Una terrorista con una tasa de error de cero, una que, si alguna vez se escapara, representaría la mayor amenaza para la sociedad.
Hasta ahora, Yang Qin todavía sentía como si estuviera soñando.
La Abuela Ye, que una vez adoró al hijo de Yang Qin, ahora estaba helada hasta los huesos por el comportamiento de Ye Yun.
Incluso su afecto por el hijo de Yang Qin había disminuido.
¿Cuán despiadada debe ser una persona para atacar a una mujer embarazada?
