La anciana dama se sentó en su taburete, atónita durante un rato —¿Es esto realmente cierto?
—Este asunto fue dicho por el eunuco principal del Emperador en persona—no hay absolutamente ninguna falsedad en ello —dijo Ye Shaoming.
Fue solo después de un tiempo que la anciana volvió en sí.
Un tono de arrepentimiento cruzó su rostro.
Siendo capaz de obtener el título de Primer Erudito a la mera edad de quince años, uno podría esperar un camino despejado de ahí en adelante, sin mencionar que este nieto parecía ser también inteligente.
Si pudiera captar la atención del Emperador a esta edad, se esperaría sin duda un futuro prometedor.
Traer honor a la familia era solo cuestión de tiempo; Ye Shaoming se veía capaz, pero en verdad no era tan destacado como Ye Shaohua, y además, Ye Shaoming ya tenía diecinueve años este año. Aun si ascendiera más en el futuro, no superaría lo que Ye Qingweng había logrado.