—Los cumplidos del Ministro Li son demasiado amables; sus talentos son bastante ordinarios —Ye Qingweng se inclinó ante el Ministro Li—. Shaoming siempre ha estudiado bajo el Maestro Erudito Superior, y le tomó dos intentos pasar el examen.
Aunque Ye Qingweng estaba orgulloso, sabía exactamente en qué nivel estaba Shaoming. El Maestro Erudito Superior había dicho que había buenas posibilidades para los diez primeros, pero para los tres primeros puestos, era cuestión de suerte.
La frase "brillantez asombrosa" era un poco exagerada para describirlo.
Al escuchar la negativa de Ye Qingweng, el Ministro Li pensó que el hombre debía estar loco —¿por qué ser tan excesivamente modesto?
Pero cuanto más escuchaba lo que decía Ye Qingweng después, más lo entendía.
