—Jia Xiaoling observó cómo el taxi desaparecía ante sus ojos.
—Se mordió ligeramente el labio inferior, ahora ansiosa por profundizar en Lu Jiayue.
—Jia Xiaoling sacó su teléfono del bolsillo, una sonrisa maliciosa se deslizó en sus labios mientras miraba la secuencia de números.
—Era el número de teléfono de Lu Jiahao; no podía creer que realmente lo tuviera. Asombroso, de verdad.
—Lu Jiayue, ha decidido aferrarse a ella con fuerza. Quizás al hacerlo, pueda fomentar una relación más estrecha con Lu Jiahao que en el futuro podría ayudarla enormemente.
—Jia Xiaoling pensó para sí misma triunfante.
—Dios los cría y ellos se juntan.—Lu Jiahao estaba detrás de Jia Xiaoling, con las manos metidas en los bolsillos, su voz fría. Sabía qué tipo de persona era Lu Jiayue.
—Ella no era una buena persona. Se abstenía de decir mucho simplemente porque ella era su hermana.