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—Está bien, siempre estaré aquí —Xu Boyan avanzó dando un paso con una risa ligera, extendiendo la mano para despeinar el cabello de Lu Qingyi en un gesto natural.
Tuvo una clara visión del enfrentamiento entre los dos en la puerta.
—Ella dijo que me mantienen —Lu Qingyi inclinó la cabeza hacia arriba, pronunciando esas palabras en voz baja.
Ella miró fijamente a Xu Boyan, la mirada en sus ojos algo seria.
—Yo te mantendré —Xu Boyan se rió, su voz llena de alegría.
Si Lu Qingyi estuviera dispuesta, él podría darle todo.
Siempre hay esa persona en el mundo, donde todo parece estar bien antes de conocerla. Pero una vez que lo haces, quieres darle todo lo que tienes.
Su risa, su voz, todo sobre ella llenaba sus pensamientos.
Xu Boyan pensó, tal vez había caído perdidamente enamorado de Lu Qingyi.
Lu Qingyi fue el primer latido de su corazón en su vida y tal vez también podría ser el último.
Lu Qingyi parecía un poco desconcertada, dando un paso atrás apresuradamente.