La cara de Yang Ruxin se oscureció y avanzó para atrapar al hombre gordo que intentaba huir. Lo pateó al suelo, hizo puño su mano y comenzó a golpearlo —Tú eres el monstruo, tu papá es un monstruo, tu mamá es un monstruo, toda tu familia son monstruos...
La cara del hombre gordo se volvió rápidamente aún más gorda.
Para sorpresa de todos, los espectadores no pudieron evitar vitorear y algunos incluso animaron a Yang Ruxin —Señorita, use la suela de su zapato, para que no se lastime la mano...
La boca de Yang Ruxin se torció involuntariamente, pensando para sí cuánto debía ser odiado este hombre gordo. Entonces se detuvo y miró al hombre gordo —¿Todavía quieres entrar a la cámara nupcial?
—¿Sabes quién soy yo... yo ...? Tú... —La cara del hombre gordo fue abofeteada para hincharse aún más, haciendo que su discurso fuera confuso.
