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Siguiendo detrás de Guo Dazui, se dirigieron hacia el oeste, llegando directamente a un patio en el extremo occidental del pueblo. Observó mientras él entraba en uno de los patios.
Afortunadamente, el patio estaba al final del callejón; el lado este estaba adyacente a otras casas, pero el oeste era un espacio abierto.
Al mirar la pared del patio, apenas era más alta que la de la Familia Yang. Particularmente en una esquina colapsada en la parte trasera, rápidamente saltó por encima con facilidad.
Sin embargo, justo cuando llegaba debajo de la ventana trasera y estaba a punto de escuchar la conversación dentro, un gran perro negro se lanzó hacia ella, mostrando los dientes y gruñendo.
—¡Maldita sea! —maldijo Yang Ruxin para sus adentros, luego rápidamente se esquivó hacia su espacio oculto, finalmente respirando aliviada. Era bueno tener ese as en la manga, de lo contrario, habría sido bastante problemático.
Pero...
