—Recibiste la parte del Oso Negro, cincuenta taeles, no, cien taeles... —Yang Baifu gritó desde detrás de la Vieja Señora Yang—. Eso pertenece a nuestra Familia Vieja Yang...
—Debo estar oyendo cosas —Yang Ruxin se tocó las orejas—. ¿Qué tiene que ver el Oso Negro con ustedes? ¿Cómo se convirtió en suyo?
—Antes llorabas por no tener dinero, pero ahora que lo tienes, debes proveer para los ancianos... —Feng Caie gritó—. Tus abuelos aún están vivos, ¿estás pensando en no cuidarlos?
—Sí —Yang Anshi de repente también recobró el sentido—. El dinero para el sustento de los mayores no se puede deber. Cuando afirmaste no tener dinero antes, dejamos que Xiaofeng esperara hasta cumplir doce años para discutirlo, pero ahora que tienes dinero, esta deuda no puede retrasarse; debe pagarse de inmediato...
—Sustento para los mayores, ah... —Yang Ruxin se rió—. Por supuesto, eso está bien. Entonces, ¿cuánto dices que debería dar, Abuela?